martes, 7 de abril de 2009

explotacion laboral°]

La trata de personas es la cara menos conocida de la globalización. La explotación laboral abarca aspectos económicos, legales, sociológicos y por supuesto de derechos humanos que no distingue edad, sexo o actividad económica. Es un acto o serie de actos cometidos por grupos o individuos que abusan de la vulnerabilidad de otros con fines de lucro.
La nueva conciencia sobre la trata ha planteado algunos retos conceptuales introduciendo en el derecho internacional el término de explotación, respecto del cual existen escasos precedentes jurídicos.
El Protocolo de Palermo —contra el tráfico de migrantes y la trata de personas— de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ofrece un marco para la definición de la explotación forzosa de mano de obra. La definición de trabajo forzoso para la OIT consta de dos elementos básicos: el servicio que se exige bajo la amenaza de una pena o un castigo y se lleva a cabo de forma involuntaria, es decir, hay coacción. En el Protocolo de Palermo se señala que, para erradicar eficazmente la trata, las intervenciones en materia de política pública deberían centrarse en el tema de los servicios forzosos (incluidos los servicios sexuales no voluntarios), en la esclavitud y situaciones análogas a ésta.
La esclavitud, que en su forma tradicional implica el control absoluto de una persona sobre otra, es casi inexistente en el siglo XXI. Pero en la actualidad es preocupante la servidumbre o esclavitud por deudas, que predomina en las situaciones contemporáneas de trabajo forzoso. Es el caso, por ejemplo, de los emigrantes chinos que dependen de intermediarios para sus trayectos a Europa o Estados Unidos, y que llegan a pagar hasta 60 mil dólares por traslado. Así, el endeudamiento puede ser una vía para convertirse en víctima de trabajo forzado.
En las economías modernas, con frecuencia, la coacción se da a través de la confiscación de documentos de identidad de los trabajadores migrantes. Esta práctica es bastante común, ya que si un trabajador pierde su documentación de identidad (pasaporte) queda en una situación de vulnerabilidad.
La mayoría de las víctimas son mujeres y suele tratarse de personas que intentan ganarse la vida lejos de la comunidad de origen. Además, hay evidencia frecuente de casos en las zonas francas de exportación, donde a menudo se amenaza con sanciones, como el despido, para exigir la realización de horas extraordinarias obligatorias sin una remuneración adicional.

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